sábado, 16 de diciembre de 2017

Maria Paseka se perderá 2018


                                                                                     Maria Paseka tras ganar su segundo título mundial

Maria Paseka fue operada el pasado día 13 de la espalda, después de evitar pasar por el quirófano a toda costa y decantarse por otras opciones más conservadoras ha decidió someterse a esta dirigía que consistió en poner una vértebra en su sitio (que estaba desplazada).
Paseka dijo a través de su cuenta de Instagram que le llevará entre seis y nueve meses recuperarse por lo que no podrá competir en todo el próximo año. De todos modos Paseka no tiene ninguna intención de retirarse y su objetivo es estar en los Juegos de Tokyo. Por eso ha tenido que irse hasta Alemania para esta cirugía, su negativa a pasar por el quirófano era debida a en Rusia operarse era sinónimo de retirada.
De momento sólo sabemos que la operación ha ido muy bien, aunque tampoco se puede hablar de éxito al 100% hasta que no retome los entrenamientos.
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Además os dejo con una entrevista que dio Paseka antes de pasar por el quirófano.
Traducción de Gymnovosti, donde podréis encontrar la entrevista completa en inglés, he dejado fuera alguna preguntas que no he encontrado muy interesantes.

En el mundial defendiste tu título. ¿Estabas tan contenta como en el primero?
Cuando fui a mi primer mundial "victorioso" tenía muchas dudas. Por supuesto, cuando gané está llena de alegría. Pero no pude mostrarla porque había habido una tragedia en nuestro país. Era luto nacional, tenía que guardarme la alegría. Esta vez fui a ganar, pero no estaba menos asustada que en Glasgow. No quería deshonrar mi título. Cuando gané, era un huracán de emociones. También en este mundial, por primera vez, animé muchísimo a una gimnasta de otro país y me encantó tenerla a mi lado en el podium.

¿A quién animabas?
A Giulia Steingruber de Suiza. No puedo decir que fuésemos íntimas antes. Entiendo inglés pero no lo habló muy bien. pero pese a eso me gusta Giulia, es una gran gimnasta a la que siempre le faltaba ganar algo. Y de verdad quería que tuviese éxito esta vez: la miraba y me veía a mí misma. Entiendo ese sentimiento muy bien, cuando te paras a pensar "Por favor, déjame ganar al menos el bronce" Y entonces la gimnasta japonesa se cayó... Giulia estaba temblando porque no está bien alegrarte de que tus competidoras fallen, pero sabes que por eso mismo te acabas de asegurar una medalla. Cuando nos felicitamos, nos abrazamos tan fuerte como si fuésemos amigas de la infancia. Fue algo increíble.

¿Recibiste algún tipo de tratamiento tras el mundial?
No, sólo lo estoy considerando.

¿Cuándo fue la última vez que no tuviste dolor?
Al principio de mi carrera como gimnasta. Puede que cuando tenía trece años.

¿Tus lesiones afectan a tu vida diaria?
Me duele la espalda. Por eso quiero ir a Alemania par la cirugía, con el cirujano que operó a Irina Skvortsova (Bobsleigh) Su caso era muy complicado y este médico fue el único que fue capaz de arreglar su espalda. Confío en él. Los médicos rusos me dijeron que me iba a quedar en silla de ruedas.

¿Cuando fue eso?
Después de los Juegos de Rio, en uno de nuestros hospitales. Después fui a Alemania y dijeron "¿Qué? ¿Qué silla de ruedas?"

¿Cómo de seria es la lesión?
Puedo entrenar. Pero, sinceramente, ya estoy cansada de vivir con dolor todo el tiempo. Y pensar en ir otra vez al gimnasio, ponerme todos esos bálsamos calientes, que me dan alergia, en la espalda... no es algo muy inspirador. Y los médicos me han dicho que los cambios ya se notan, una de mis vértebras se ha movido hacia adelante. De momento, los músculos la mantienen en su sitio, pero luego, por ejemplo cuando decida tener un hijo, habría problemas serios. Por eso, poco a poco, me empezaron a dar miedo los aterrizajes. Creo que me hago vieja (risas).

Pero todavía no piensas en la retirada ¿verdad?
No quiero retirarme. Amo este deporte. Y tengo una meta muy concreta. Recuerdo cuando Vika Komova, todavía una niña, hizo un ejercicio de exhibición en la Copa de Voronin. La miraba ensimismada y soñaba con ser como ella. Apenas podía imaginar que un día competiríamos juntas en los Juegos y seríamos muy buenas amigas. Por supuesto, en aquel momento también quería ir a los Juegos, pero cada vez que lo decía todos se reían de mí.

¿Por qué?
Prácticamente entrenaba por diversión, los estudios eran mi principal objetivo. Pero entonces mi madre discutió con mi entrenadora, creo, y me tuve que ir. Así acabé con Dina Kamalova, en el mismo grupo que Aliya Mustafina y su hermana. La verdad es que tenía miedo de entrenar con ella porque era estricta. Fuera del gimnasio Dina era una mujer amable y simpática, pero dentro... sólo entrené un año con ella y me enseñó a hacer gimnasia. Cuando hice un Tkachev por primera vez, tuve un espasmo en el brazo porque nunca había hecho elementos así antes. Incluso mi entrenadora actual, Marina Ulyankina, le está agradecida. Aliya y yo trabajamos muy duro con ella. Y nos enseñó a vigilar nuestro peso.

¿Cuantos años tenías?
Once. Pensaba que era ridículo prohibirles comer a niños pequeños. Pero ahora estoy muy agradecida a Dina y a mi madre por vigilar lo que comía. Es la edad en la que tu cuerpo empieza a cambiar y tienes hambre a todas horas. Si no hubiesen controlado la situación habría acabado pareciendo un osito de peluche. O como dice mi madre "una mesa-camilla". Definitivamente no habría sido capaz de conseguir nada.

¿Es tu entrenadora, Marina Ulyankina, tan estricta en el gimnasio como Dina Kamalova?
Sí. En realidad estaba más asustada de ella que de Dina. Si quiere algo de ti, lo consigue. Puede que con la ayuda de gritos, pero siempre había resultados. Cuando mi madre me ofreció entrenar con ella, al principio me negué. "Mamá, ¿en que estás pensando? ¿Estas loca? No voy a ir con ella"

¿Eso dijiste? ¿Marina no se ofendería si lee esto?
No, lo sabe. Marina admitió que necesita que las gimnastas le tengan miedo. Por eso puede chillarte en el gimnasio. Pero es muy amable fue del gimnasio. Incluso te da algún regalo sin motivo alguno. Siempre me incomodan esas situaciones, pero no lo puedo rechazar. Sé que lo está dando de manera sincera.

Entonces no te arrepientes de haber entrenado con ella.
Por supuesto que no. Si no hubiese sido por Marina, no habría llegado al equipo de Londres. Después, cuando me estaba preparando para mi primer mundial con éxito, otro entrenador tuvo un rol importante, Artyom Voinov.

Recuerdo la historia que en la preparación del mundial de 2015, Ulynakina estaba en contra de que aprendieras el Cheng pero Voinov no hizo caso. Y acabaste ganando el oro.
Sí, Marina estaba muy asustada por mí. Pero Artyom vio que podía hacer ese salto. Eso me gusta de él, que siempre me está animando a seguir adelante. Siempre me motiva mucho a seguir trabajando.

La mayoría de tus compañeras de Londres han sido madres. Sólo quedáis Vika Komova y tú.
Sí, Aliya no sólo ha tenido una hija, también ha vuelto a la gimnasia. Ahora está recuperando sus ejercicios. Incluso Ksenia Afanasyeva está pensando en intentarlo. Tenemos un sueño, competir en Tokyo con el mismo equipo de Londres... Aunque si estuviese en su lugar, no habría vuelto después de tener un hijo. Sin importar cuanto lo quisiese. Pero nunca he tenido un hijo, así que realmente no las puedo entender.

¿Cómo puede ser que no hayas tenido ningún contrato publicitario a lo largo de tu carrera?
Hubo algunas ofertas, pero normalmente terminaban  durante las negociaciones. Aunque, después de Rio se suponía que iba a firmar con una famosa marca deportiva, pero debido al escándalo del dopaje las negociaciones terminaron. Fue una pena. También creo que en nuestro país una medalla de oro olímpica se valora mucho más.  Incluso si tienes varias platas y un título mundial, no es lo mismo. Apenas me reconocen fuera del gimnasio.

Pero tendrás opciones de oro para Tokyo ¿verdad?
He oído que Simone Biles va a volver... Si vuelve será difícil. ¿Cómo puedo darle una pista? "Simone, ¿puedes quedarte en casa por el momento? No vayas a Tokyo, Masha Paseka competirá y después ya puedes volver a la gimnasia". Ahora en serio, sería muy complicado competir con Simone, pero lo intentaré.

¿Tienes miedo de retirarte?
Sí. Una vez, incluso me eché a llorar cuando alguien me lo sugirió. Llevo en el equipo nacional más de diez años. Hago practicamente lo mismo todos los días una y otra vez. Con sus lágrimas, dolor, bajones y peleas con mi entrenadora.  Solía pensar que aún quedaba mucho tiempo, pero ahora me doy cuenta: son unos Juegos y ya está. Y volverás a ser una persona normal otra vez.

¿Cómo pasaste tu primera semana después de Rio?
Me pasé una semana en la cama sin levantarme "¿Quieres un café? No, gracias, prefiero quedarme en la cama un poco más" Hay quien dice: es más fácil para ti porque sólo compites en un aparato y no en cuatro. Pero en realidad es mucho más difícil entrenar en un sólo aparato. Porque todos los malditos días estás haciendo lo mismo durante ocho horas. Si hiciese otros aparatos, al menos habría más variedad.

¿Es muy duro volver a la gimnasia después de una pausa larga?
Realmente duro. Recuerdo cuando en primavera fui al Europeo de Rumanía y me di cuenta que había perdido completamente el hábito de entrenar. Me planté allí antes de empezar y me sentía como si no hubiese dormido la noche anterior, como si hubiese estado cargando vagones. Estaba allí pensando: "Bien... y ahora salto". Pero a pesar de todo, los descansos se necesitan de vez en cuando.







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